¿Por qué se llama Ming?, dijo el Archicanciller. El tesorero dio un golpecito al recipiente. Hizo ming.
El equipo que gana a través de esperar el error contrario, no está más autorizado al éxito. Está menos autorizado, es menos probable que suceda. Por eso le digo que no se preocupe si no se premia un proceso que obtuvo menos de lo que merecía, no debería generarnos preocupación porque la injusticia es muy común. Pero cuando se premia como bueno algo que no es bueno, que es casual, eso sí es dañino, porque enseña a todos los que observan que un atajo te lleva al objetivo, y un atajo, normalmente, no te lleva a un objetivo.
El lenguaje de la experiencia es más autorizado que cualquier otro razonamiento: los hechos pueden destruir nuestros raciocinios pero no viceversa
¿Qué es un católico? ¡Un hombre a quien Dios ha encargado el mundo!
Coartar los intercambios, destruir la libertad de escoger so pretexto que los hombres pueden equivocarse, en nada mejoraría las cosas, a menos que pueda demostrarse que el agente encargado de aplicar las coerciones está exento de la imperfección de nuestra naturaleza, es ajeno a nuestras pasiones y nuestros errores y no pertenece a la humanidad.
La vida no es placer ni dolor, sino un negocio muy serio que nos ha sido encomendado y que debemos llevar honrosamente hasta el fin