Me regañaban mis tíos porque les robaba la guitarra porque siempre estaba detrás de ella, hasta que un día un señor que se llama Diego Quintero, me puso una en las manos y me enseñó a tocarla.
Le llamaba Niño Ricardo, y era guitarrista. Era un artista muy famoso que había tocado la guitarra a las mejores artistas de dos generaciones... sé las sabia todas, y era un gran artista. Era un peligro... a mí aquel hombre me atraía mucho, y además de ser artista me hacia mucha gracia, tenía mucho ángel claro que también tenía mucho demonio