Qué fácil es protestar por la bomba que cayó a mil kilómetros del ropero y del refrigerador
Amo mi vida y estoy contento con ella. No necesito que se le aplique una capa de dorado. Yo no concibo una vida sin secretos y sin purificaciones, una vida brillantemente reflejada en el espejo de un escaparate de exposición.
Me causa tristeza que una vez más se use Sevilla como un escaparate de la feria de las vanidades cuando hay ocho poblados chabolistas en la ciudad