Confiamos el secreto en el seno de la amistad, pero en el seno del amor escapa de su cárcel
El futuro se presentaba ante él como una sentencia, pero no de cárcel sino de palabras interminables, plagada de subordinadas innecesarias, como solía decir con ácida ironía en los bares y los pubs del campus que frecuentaba. No es que el futuro que le esperaba le entusiasmara precisamente.
El insulto, el presidio y la amenaza de muerte no pueden impedir que el utopista sueñe...