Ya nadie ves igual, todos menores son cuantos acompañan tu persona; tuyo es todo el gobierno y sus favores, sola tu frente ciñe real corona; mas ya comienza a haber nuevos rumores; que el vulgo, que a sus reyes no perdona si una vez pierde el miedo y la vergüenza del nuevo rey a murmurar comienza.
Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes.
Ser un rebelde no es ser punk, ser un rebelde no es copiar a los gringos, ser rebelde no es vestirse de negro, ser rebelde es renegar de la televisión.
Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.