Usté no está gorda, Eulogia. Es un bastión contra la anorexia apátrida.
Soy un defensor convencido del gobierno local, y lo soy, precisamente, porque soy un socialista revolucionario y, por tanto, enemigo del Estado. EL municipio es el último bastión desde el cual puede oponerse el ciudadano a la firme y creciente invasión del Estado.
Mientras haya una máquina de escribir, un papel, un micrófono, una plaza pública, un balcón o espacio para hablar aunque sea en la celda de una cárcel, seguiremos denunciando a los inmorales, especialmente cuando trafican con la necesidad social de los más pobres. Esa es la razón principal de nuestra existencia, como hombres, como periodistas y como ciudadanos.
Dicen que hotel Amor tiene 400 puertas, y todas las tiene cerradas menos una que está abierta y está en la plaza del querer, donde han roto todas las bombillas para poder quererse bien... corazón de mimbre
Si no lo nombran el futbolista del año, el fútbol debería detenerse, y los hombres que eligieron a otro tipo deberían ser enviados al kremlin