La puntualidad es la virtud de los aburridos.
La puntualidad es una pérdida de tiempo.
Todo el aparato (colectivista) para difundir conocimientos: las escuelas y la prensa, la radio y el cine se usarán exclusivamente para propagar aquellas opiniones que, verdaderas o falsas, refuercen la creencia en la rectitud de las decisiones tomadas por la autoridad; se prohibirá toda la información que pueda engendrar dudas o vacilaciones.
La rectitud es tratar con equidad, justicia y decencia a la familia, mientras que veracidad es un esencial del buen carácter, pero ambas llevan al paraíso.
La belleza debe parecerlo; es la emoción que mejor le sienta a su semblante. Botticelli lo sabía cuando la pintó surgiendo de las olas entre los vientos y las flores. La belleza, que no parece sorprendida, que acepta su condición como algo que se le debe, nos recuerda demasiado a una prima donna.
La estabilidad del medio interno es una primera condición para la libertad y la independencia de determinados órganos de la vida en relación con el medio ambiente que les rodea.
Estoy satisfecho con la cosecha de amigos que conseguí. En todas partes hice la amistad un culto y de la seriedad una obligación. Pude cometer errores con la cabeza, nunca con el corazón.
La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta
La responsabilidad es nuestra, es de la diligencia política
Todos aquellos que tienen juicio natural- dijo Apolo- juzgan que las leyes son buenas porque tienen por finalidad la conducta y comparativamente son mejores aquellas que dan más ocasión para una mejor conducta, porque de las leyes todas unas han sido dadas por nosotros, otras ideadas por los hombres, sobre todo para mayor comodidad de la vida humana;...
Las cualidades de un general son el juicio y la prudencia.
Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio. Tú haces de mi vida esta ceremonia demasiado pura.
Dejé de ser religioso en la adolescencia. Pero, ¿Creen ustedes que no tengo todavía en mi forma de pensar muchos elementos de mi formación cristiana? Entre otras muchas cosas, una ceremonia en honor de la Virgen, con las novicias con sus hábitos blancos y su aspecto de pureza, puede conmoverme profundamente.
El protocolo es la última barrera contra la mala educación.
(A Esperanza Aguirre) Le voy a decir una cosa, presidenta: ¡Madrid somos todos!. El 85 % de los gastos por transporte y protocolo se hacen en Madrid... ¡y eso que vengo en taxi! No se ría, y eso que usted antes veraneaba en Cantabria y ahora lo hace en Asturias.
Nuestros dos principales problemas son la gravedad y el papeleo. Podemos derrotar la gravedad, pero a veces el papeleo es abrumador.
Una copa acartona el recuerdo, pero, al propio tiempo, convierte la onerosa gravedad de tu cuerpo en una suerte de porosidad flotante... pasado el trance, sobreviene el decaimiento.
Cualquier hombre poco juicioso e ilustrado percibe fácilmente el poco fundamento que tienen incluso sistemas que han obtenido el mayor crédito y que han pretendido poseer en el más alto grado una argumentación exacta y profunda.
El trato con las mujeres es el fundamento de las buenas formas.
Los dramaturgos y los actores de esta orilla y de la otra, son lo que han creado y preservado espacios de libertad aún en los peores tiempo de la peste, la cólera, la persecución y el exterminio. Todos ellos, aparte del lenguaje, tienen en común el mismo deseo: reunir a un pequeño grupo de personas (cada día más pequeño) para celebrar la liturgia gozosa y cómplice del teatro.