No consigo recordar cómo pude llegar de la orilla hasta mar adentro... ¡Ah, sí, ya lo recuerdo! He muerto en el naufragio de tu barco de guerra traicionero y resucité al tercer día en el psiquiátrico, absurdo invento...
Más traicionero que la política sólo la justicia. Por eso andan siempre juntas, de la mano.
La verdad es que no hay nada tan engañoso como la naturaleza humana. Juzgándola solo por su apariencia, era difícil de creer que algo tan bello pudiera ser a la vez tan cruel. (...) No puede uno fiarse de las apariencias.
Es engañoso creer que con la mayor dimensión aumenta el efecto de grandiosidad.