Oh Walt, dime, Walt Whitman, si será el infinito exactamente el mismo que cuando caminabas por las playas de paumanok en ronda solitaria- y escuchaste el fantasma a través del oleaje, su gorjeo insistente desgranándose allá...Para ti los paisajes y esta raza de torres, de ti el tema esculpido en el cantil...
Así que ha sido un fantasma el que ha corrido los cerrojos -dijo Emily tratando de reírse de sus propios temores-, ya que dejé esa puerta abierta anoche y me la he encontrado cerrada esta mañana. Annette empalideció y no dijo una palabra.