Hoy el mundo se ha transformado en una inmensa carpa de cristal sin salida alguna y nuestra condena consiste en no poder abandonar nunca el tendido y estar obligados a consumir, repetir, comentar y reproducir inexorablemente las imágenes idiotas, violentas y anodinas, que nos sirve la historia a través de un laberinto de espejos.
Empiezo por comentar lo obvio: la igualdad, como la interpretamos los seres humanos, no existe en la naturaleza
¡Fatal ceguera de las pasiones! ¡Le daba las gracias por contribuir a mi perdición, por allanar el camino a los extravíos que iban a llevarme al borde de la sepultura!
La decadencia puede ser una forma de interpretar la arquitectura.
... el derecho de interpretar las leyes y de comunicar las respuestas de Dios estaba en poder de uno, mientras que el derecho y el poder de gobernar el Estado según las leyes ya explicadas, y las respuestas ya comunicadas estaban en manos de otro.