A Dios lo que es de Dios... y lo digo sin reatos: Pastrana tuvo el coraje y la entereza de no gobernar para las encuestas, como debe hacerlo todo buen estadista.
La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores
Cuanto la configura la cara, el cuello, el vientre, las nalgas, las piernas, los brazos ha sido objeto de operaciones delicadas y costosas, tan sutiles que se requieren la experiencia y el buen ojo de un especialista, para detectar las ocultas puntadas que dan firmeza y armazón al artificio, al singular muñeco, recompuesto, ajustado, pintado y teñido.
Su personalidad es todo brillo y arista: firmeza y luz, como cristal de roca, breves palabras que sintetizan su definición perfecta.
Visca el Barça, visca Catalunya y aguante Argentina, la concha de su madre
A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de rojos porque habían participado en la guerra civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo sino por imposición de una victoria. A la gorda no le gustó nada. (Declaraciones tras su vuelta de Europa).
La mayoría de los hombres llevan una vida de absoluta desesperación. Lo que se llama resignación es la desesperación confirmada
La resignación es cuestión de temperamento, señor, y el valor de la vida, cuestión de apreciación le respondí.
Pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su entorno social. La mayoría incluso son incapaces de formarse tales opiniones
Pocas personas son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su medio ambiente. La mayoría de las personas son aún incapaces de formar tales opiniones.