El imitar es connatural al hombre
El imitar es connatural al hombre.
Es muy puntual el diablo.
El presente, y esto no significa el instante puntual que meramente designa en nuestro pensamiento el término del tiempo transcurrido, la sola apariencia de una detención en este fluir, sino el instante realmente presente y pleno, sólo existe si hay presencia, encuentro y relación. La presencia nace cuando el Tú se torna presente.
Aunque el golf antes estaba restringido a protestantes ricos y gordos, ahora está abierto a cualquiera con un atuendo horrible.
La ley es la organización del derecho natural de legítima defensa: es la sustitución de la fuerza colectiva a las fuerzas individuales, para actuar en el campo restringido en que éstas tienen el derecho de hacerlo, para garantizar a las personas, sus libertades, sus propiedades y para mantener a cada uno en su derecho, para hacer reinar para todos la justicia.
Es necesario un diálogo abierto y franco entre quienes representan la fe cristiana y los no creyentes en sus distintas modalidades. Tenemos la responsabilidad conjunta de recuperar el equilibrio entre nuestro poder técnico y nuestra capacidad moral.
Hacer más humana la arquitectura significa hacer mejor arquitectura y conseguir un funcionalismo mucho más amplio que el puramente técnico
Fallar en conocer la situación de los adversarios por economizar en aprobar gastos para investigar y estudiar a la oposición es extremadamente inhumano, y no es típico de un buen jefe militar, de un consejero de gobierno, ni de un gobernante victorioso.
De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típico gritos hidro-cefálicos, a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor.
Salvador Dalí sedujo a muchas mujeres, en especial a mujeres norteamericanas; pero estas seducciones acostumbraban habitualmente a consistir en hacerlas acudir a su apartamento, desnudarlas, freír un par de huevos, colocarlos en los hombros de la mujer y ponerla de patitas en la calle sin haber articulado ni una sola palabra.
Si otros futbolistas ingleses tienen la oportunidad de jugar en el extranjero, les aconsejaría que lo hicieran, merece la pena. Nunca habría pensado en dejar el Manchester, pero estar donde estoy ahora, jugando el fútbol que estoy jugando y ser feliz, es muy especial para mí
El mundo se ha especializado tanto que se ha convertido en imposible para la gente comprender nada en su totalidad.
Llega un momento en que te das cuenta de que no es que te hayas especializado en algo, sino que algo se ha especializado en ti.
He dado expresas instrucciones, de ser avisada personalmente cada vez que caiga un soldado nuestro, así sea en medio de la noche. Cuando el presidente Nasser dé instrucciones de ser despertado en mitad de la noche cuando caiga un soldado egipcio, llegará la paz
Muchas cosas me admiran en este mundo: esto prueba que mi alma debe pertenecer a la clase vulgar, al justo medio de las almas; sólo a las muy superiores, o a las muy estúpidas, les es dado no admirarse de nada.
Un investigador cuantitativo es el que no sabe lo que hace, un investigador cualitativo es el que sabe lo que hace.
Me parece que una sociedad auténticamente nueva no puede nacer en ausencia de un incremento cualitativo y compartido de la libertad y de la democracia.
En los casos de exterminios masivos de personas la población local no profesa un odio sanguinario contra las mujeres, los ancianos y los niños que van a ser aniquilados. Por ese motivo, la campaña para el exterminio masivo de personas exige una preparación especial. En este caso no basta tan sólo con el instinto de conservación: es necesario incitar en la población el odio y la repugnancia.
Si uno conoce a los actores y aprende las normas y la jerga, se desenvuelve a la perfección, como en cualquier otro lugar. Hay que ajustarse a la etiqueta local y no cabrear a la gente.
Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco.
El presente, y esto no significa el instante puntual que meramente designa en nuestro pensamiento el término del tiempo transcurrido, la sola apariencia de una detención en este fluir, sino el instante realmente presente y pleno, sólo existe si hay presencia, encuentro y relación. La presencia nace cuando el Tú se torna presente.