Una verdad a la que no se da crédito nos hiere mucho más que una mentira. Requiere un gran valor respaldar una verdad inaceptable para nuestra época; conlleva siempre un castigo, que suele ser la crucifixión.
Las huelgas, cuandoquiera y dondequiera que surjan, merecen el respaldo de todos los compañeros de trabajo Ellas muestran que la gente está empezando a conocer sus derechos y, conociéndolos, se atreven a mantenerlos.
No uso las cintas de respaldo cuando estoy cantando y bailando en el escenario. Puedo dar volteretas y cantar.