El vidente podría servir en un mundo de ciegos donde lo visual no tiene sentido, quién habla debe ser útil en un mundo de mudos... en el que no existen, ni viven nuestras voces.
En el estado socialista ideal, el poder no atraerá a maniáticos sedientos de poder. La gente que toma las decisiones no mostrará el más leve sesgo debido a sus propios intereses. No habrá forma de que un hombre inteligente manipule a las instituciones para servir a sus propios intereses. Y los ríos fluirán montaña arriba.
Cuando el Hijo de Dios, lleno de un amor infinito, se dignó verter su sangre preciosa por la salvación del mundo, llamó a todos los hombres hermanos, haciéndoles igualmente hijos de la Virgen María.
Las palabras no tienen absolutamente ninguna posibilidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases todo se va al traste.