El caballero se culpa a sí mismo, mientras que el hombre ordinario culpa a los demás.
Esta canción es un argumento. Es una pelea entre compañeros. Vos sos amable al intentar dar palmadas alrededor de la cara de alguien intentando que despierte y deje de lado una idea. En mi caso es una pelea que yo no tenía mientras él estaba vivo.
Siempre he querido para ti lo que has querido para ti mismo. Y aún así quería salvarnos contra viento y marea. Y seguí ignorando la ambivalencia que sentías. Y mientras tanto me perdí a mi misma... mientras tanto me perdí a mi misma... Lo siento me perdí a mí misma...lo siento. (That Particular Time - 2002).
Me mantengo ocupada limpiando la casa, por lo menos mientras tanto no estoy bebiendo
Y entre tanto que tengo, no encuentro razón suficiente para olvidarme de ti.
Gracias le doy a la Virgen, gracias le doy al Señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto ni mi voz como cantor.
Los cantantes de música pop son las personas que querían tomar lecciones de canto, pero nunca encontraron el tiempo para hacerlo porque en el ínterin se han convertido en famosos.
La conciencia del tiempo, bajo su forma más pura, es el aburrimiento, es decir, la conciencia de un intervalo que nada atraviesa o que nada puede llenar.
Nos debe alegrar el saber que la autenticidad general del texto del Nuevo Testamento ha recibido notable apoyo de los descubrimientos modernos que tanto han reducido el intervalo entre los autógrafos originales y los manuscritos más antiguos a nuestra disposición, y que las diferencias en la lectura, interesantes como son, no afectan las doctrinas fundamentales de la fe cristiana
Y no sé si tenemos que cruzar algún otro río; ahora bien, en cuanto al Éufrates, sabemos que es imposible cruzarlo si los enemigos lo impiden. Y es cierto que, si hay que combatir, no tenemos jinetes aliados; en cambio, la mayoría de los enemigos son jinetes y de muchísima valía; de manera que, aun venciendo, ¿A quién podríamos matar? Y si nos vencen, a nadie le será posible salvarse.
Usted es príncipe por azar, por nacimiento; en cuanto a mí, yo soy por mí mismo. Hay miles de príncipes y los habrá, pero Beethoven sólo hay uno
Casos como éstos, en los que la muchedumbre derrocha perversión y demencia, no abundan, y tal vez por eso me apasioné en el grado en que lo hice al margen de mi rechazo en tanto que hombre como novelista, como dramaturgo, trastornado de entusiasmo ante un caso de belleza tan atroz.
La Historia y la Filosofía se diferencian en que la Historia cuenta cosas que no conoce nadie con palabras que sabe todo el mundo, en tanto que la Filosofía cuenta cosas que sabe todo el mundo con palabras que no conoce nadie