Nuestro pueblo primero tiene que ser liberado de la confusión desesperada del internacionalismo y ser educado deliberada y sistemáticamente en un nacionalismo fanático. Hay un solo derecho en el mundo, y este derecho está en la propia fuerza de uno
La confusión es nuestra, que olvidamos lo que hay de agua, de soplo y de inocencia en el fondo de cada uno de nosotros, terrestres.