Disfruta vigilando, cuida tu propia mente, sácate a ti mismo del camino de la miseria, como se hace con el elefante que se ha metido en el barro
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Una mente que se ha embebido alguna vez del gusto por la investigación científica, y ha aprendido el hábito de aplicar fácilmente sus principios a las cosas que ocurren, tiene dentro de sí mismo una fuente inagotable de contemplación pura y emocionante