Yo reconozco, amo y venero el canto a lo humano y el canto a lo divino, desde el punto de vista del texto literario y del punto de vista musical. Basta con conocer un verso a lo divino para conocer el espíritu fino, sabio y delicado del cantor chileno.
Saber que no se sabe constituye tal vez el más difícil y delicado saber
El ser humano no tiene un destino, sino que el sujeto del destino es como tal indeterminable. Puede el juez ver destino donde quiera; al castigar, lo dicta ciegamente. Y aunque el hombre no queda afectado por esto, sí se afecta la mera vida en él, que, en virtud de la luz, participa en la culpa natural como participa en la desdicha.
Pues son gentes aquellas que, con alma sometida al interés, hacen de la devoción oficio y granjerías, queriendo comprar créditos y dignidades a costa de mucho bajar de ojos y mucho afectado fervor.
Lo malo de la educación moderna es que nunca se sabe hasta qué punto la gente es ignorante.
Vemos a la muerte del lado egoísta, '¡Ese hombre murió, oh es tan triste!'. ¿Por qué es tan triste? El está lejos de todo lo malo que está aquí en la tierra. Quiero decir, en el peor de los casos, está en un lugar tranquilo, sin nada. En el mejor, es un ángel... o es un espíritu en algún lado. ¿Qué de eso es tan malo?
Ella me habló de los mellizos, del Nene Brignone y del Gaucho Dorda y de malito y el Chueco Bazán y yo la escuché como si me encontrara al frente de una tragedia griega. Los héroes deciden enfrentar lo imposible y resistir, y eligen la muerte como destino.
Mientras moran en mi mente me perjudican a su antojo y yo, sin enfadarme, los tolero con paciencia cuando en realidad no debería ser paciente con ellos.
En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad.
¿Pero hay esperanza? ¿Hay esperanza en el recuerdo? Tiene que haberla. Sin esperanza, el recuerdo sería morboso y estéril. Sin recuerdo, la esperanza estaría vacía de significado, y por sobre todo, vacía de gratitud.
Llamar morboso a un artista porque trata asuntos morboso, sería tan absurdo como llamar loco a Shakespeare porque escribió El Rey Lear.
La locura es, simplemente, un uso patológico de la razón.
La función del Estado es establecer normas para un consumo sano, opuestas al consumo patológico e indiferente
Hoy el País Vasco es un cuerpo social infectado por una septicemia.