En mi primera infancia llevaba faldas y tenía el pelo largo y rizado respondió con tono de duda. Pero, ahora que lo pregunta, me parece que un día me quitaron las faldas, me pusieron pantalones y me cortaron el pelo.
Era un cuadro agradable. El cabello era rubio y levemente rizado en las sienes, los ojos grandes y reflexivos, y en conjunto una figura que resultaba incluso demasiado graciosa.
Tú, ave peregrina, arrogante esplendor -ya que no bello- del último occidente: penda el rugoso nácar de tu frente sobre el crespo zafiro de tu cuello, que himeneo a sus mesas te destina.
La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorados de ella...
El capitalismo ha creado los mayores estándares de vida jamás conocidos en el mundo. La evidencia es incontrovertible. El contraste entre Berlín Occidental y Oriental es la demostración definitiva, como un experimento de laboratorio a la vista. Aún así los que más alto proclaman su deseo de eliminar la pobreza son los que más alto denuncian el capitalismo. El bienestar humano no es su objetivo.