Aquélla, pensó Harry, era seguramente la manera ideal de viajar: pasando copos de nubes que parecían de nieve, en un coche inundado de luz solar cálida y luminosa, con una gran bolsa de caramelos en la guantera...
La oscura esfera de lo oscuro ha inundado mi ámbito y se cierra como el beso de dos cúpulas.