... el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética.
Hay que dejar de ser bocado en el momento en que se alcanza el pleno sabor; esto lo saben todos los que desean ser amados durante largo tiempo.
Los alguaciles de hoy no son más que la sombra caricaturesca de los alguaciles del tiempo del rey; esa era gente temible y temida, respetable y respetada; formaban uno de los extremos de la formidable cadena judicial que envolvía a todo Río de Janeiro en la época en que los pleitos eran entre nosotros un elemento de vida; el extremo opuesto lo constituían los desembargadores.
No hay muerte más gloriosa que la del campo de batalla, cuando se combate, por la honra de la patria. Si triunfa, merecerá el perdón de los buenos ecuatorianos; y su gloria no tendrá ya un insuperable obstáculo
Una historia no es sólo verdad cuando se narra cómo ha sucedido, sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer.
Una pila de piedras deja de ser una pila de piedras en el momento en que un solo hombre la contempla, concibiendo por dentro la imagen de una catedral
Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie.
Los alguaciles de hoy no son más que la sombra caricaturesca de los alguaciles del tiempo del rey; esa era gente temible y temida, respetable y respetada; formaban uno de los extremos de la formidable cadena judicial que envolvía a todo Río de Janeiro en la época en que los pleitos eran entre nosotros un elemento de vida; el extremo opuesto lo constituían los desembargadores.