Poniendo a alguien voluntariamente en una situación embarazosa no se hace nada constructivo.
A mi siempre me han atraído las gentes que viven en los márgenes de la sociedad. Me interesaba esa situación en que la persona, bien porque la obligan o bien por decisión propia, vive marginada de la sociedad.
Yo era comunista. No había razón para huir de Rusia. Pero sabía que el establecimiento del comunismo significaba 30 años terribles. A veces pienso esas cosas. Un día dije a mi madre: Después de todo. Si me hubiera quedado en Rusia. Y ella respondió: Te hubieran fusilado por lo menos dos veces.
Mientras más largo sea el tiempo que la URSS permanezca rodeada por un medio capitalista, más profunda será la degeneración de los tejidos sociales. Un aislamiento indefinido provocaría infaliblemente, no el establecimiento de un comunismo nacional, sino la restauración del capitalismo.
España ofrece quizás el mercado más dinámico del área euro; con una localización estratégica clave y buenas infraestructuras, y con casi 43 millones de personas con alto-medio poder adquisitivo.
Para ella, la niña, esta cita de reencuentro, en ese lugar de la ciudad, había quedado siempre como el del inicio de su historia, aquél por el cual se había convertido en los amantes de los libros que había escrito
Tus ojos penetrantes como el filo de una espada. Oh, mi Niña, yo no espero una cita deslumbrante; Tan sólo ansío ir a la hoguera por tu amor.
La cámara oscura debe ser llamada lúcida, pues esta muestra, incluso enseña rasgos de una persona que al natural no encontramos.
El fascismo no es una táctica la violencia. Es una idea la unidad. Frente al marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, el fascismo sostiene que hay algo sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente, trascendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria.
Las huelgas ya han empezado en Leningrado y algunas fábricas en los Urales también se han sumado. Donde sea que se escucha mi llamamiento a la huelga, la gente lo respalda
Hago un llamamiento a la destrucción de la idea de dios
No se sabe la fuerza moral que pierde la exhortación a un desdichado cuando se la dirige el que es dichoso
Si los veintitantos que esta vez han conseguido escabullirse sienten en los próximos tiempos el acoso no solo del GAL, sino también de la Gendarmería, va a ser muy difícil seguir planeando atentados al otro lado de la frontera. Por fin los hechos demuestran que hay alternativas eficaces a la frustrante exhortación a la paciencia que era endémica en nuestra clase política. 15 de enero de 1984
Ayer te busqué en ese asiento vacío del avión en ese asiento vacío del parque en ese asiento vacío del vestíbulo en ese asiento vacío del taxi en ese asiento vacío del comedor en ese asiento vacío de mi cuarto. Hoy te seguiré buscando.
El objeto silla siempre me interesó. Miro ésta que es antigua, comprada en un anticuario, y estilo imperio; no se podría imaginar mayor simplicidad de líneas, contrastando con el asiento de fieltro rojo. Amo a los objetos en la medida en que ellos no me aman.
El camino para medrar en la posición social está y estará siempre sembrado de amistades rotas
Nuestras elites son extremadamente preconceptuosas y a esta altura de mi vida no les presto atención. Yo nunca me consideré un literato, sino un novelista profesional sin abandonar mi posición al lado del pueblo, de los que sufren.
Un escritor que afirme con toda seriedad que describe la totalidadtal como es, o es tonto o un estafador. Pretende hacernos creer que está construyendo una bola terrestre en la escala 1:1. Dejando a un lado el hecho de que en la práctica eso es irrealizable.
Y me pregunto ¿Porqué elegir lo que sé que me hace mal? Quizá porque por algún lado me hace bien. El punto creo que es no llegar a los extremos, ahora, ¿Dónde están los extremos? Supongo que depende para quién, para algunos están más cerca para algunos otros están más lejos. ¿Cuándo algo es exceso y cuándo no? También supongo que depende para quién y qué.