Y en el Reino de los judíos, durante el reinado sacerdotal de Dios, los diezmos y ofrendas constituián todo el ingreso público.
Mientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él.