Lo peor que le puede pasar a un religioso es una doble vida, sea rabino, cura o pastor. En una persona común, puede suceder que tenga su hogar acá y su nidito allá y que no parezca tan condenable, pero en un hombre religioso es absolutamente condenable.
Jose Luis Rodriguez Zapatero, que no es la mitad de bueno de lo que el se cree, y es el doble de necio de lo que yo me temia, lleva su fanatismo y su sonriente odio más allá de toda razón.
Los gorriones me han causado muchos dolores de cabeza. La siembra directa no puede triunfar si no hay un método eficaz de mantener a raya los pájaros y hay muchos lugares en los cuales la siembra directa ha progresado lentamente por esta única razón.
No me dormiré, no me dormiré en toda la noche, veré la primera raya del alba en esa ventana de tantos insomnios, sabré que nada ha cambiado
La soledad ofrece al hombre colocado a gran altura intelectual una doble ventaja: estar consigo mismo y no estar con los demás
Me encanta la idea de la retroalimentación y una vía de doble sentido, algo que es muy, muy moderno. Aunque creo que a veces sabemos demasiado sobre nuestros ídolos y eso arruina el sueño. Así que, como todo, tiene que ser utilizado con cuidado.
La simplicidad afectada es una impostura refinada.
La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política.
El fanatismo es a la religión lo que la hipocresía es a la virtud.
Y lejos estamos por fin, de todas las fracciones políticas acordes con la simulación democrática, que ambicionan solamente constituir fórmulas parlamentarias o de gobierno, olvidando que en la cuestión social es preciso tocar las raíces del problema y no operar en la superficie con simples paliativos como aconseja el evangelio marxista.
Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.
La falsedad y el disimulo son útiles dentro de la vida social. Yo esta condición no la he tenido, y creo que el no tenerla me ha perjudicado más que otra cosa. También me ha perjudicado un poco, al tratar con propios y extraños, el no tener solemnidad.
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados
Tenemos la costumbre de burlarnos de los intelectuales por su duplicidad hamletiana, por sus dudas e indecisiones. Yo, en mi juventud, despreciaba en mí todos estos rasgos. Ahora pienso diferente: la humanidad está en deuda con los indecisos y los dubitativos por sus grandes descubrimientos, por sus grandes libros
...era demasiado joven para aprender que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado
¿Acaso no distinguís entre la devoción y la hipocresía? ¿Queréis tratarlas a ambas con igual idioma y rendir el mismo honor a la máscara que al rostro, igualar el artificio a la sinceridad, confundir las apariencias con las verdades, estimar al fantasma como, a la persona y a la moneda falsa como a la buena?
La unidad de Gaviria: ése mide 280 Uribes, que es la máxima posible indignidad y bellaquería a que puede llegar una persona en Colombia.
La deslealtad lo marca a uno como siendo menos que el polvo de la tierra, y trae además el desprecio que se merece. La falta de lealtad es una de las mayores causas del fracaso de cada camino de la vida.
Esa deslealtad de los ayudantes de confianza es una de las cosas más desalentadoras que le puede suceder a un artista intérprete o ejecutante
Muchas veces la malicia o la estupidez pondrán obstáculos a la nueva idea; de ahí que es preciso luchar arduamente para lograr la tolerancia mutua e incondicional. Sólo así la ciencia florece y avanza, pues su fundamento es la libre experimentación e investigación.
La malicia bebe la mayor parte de su veneno