Amo la costura de tu falda, amo la estructura de tu espalda, amo lo que ves y lo que tocas, amo lo que no es y lo provocas.
Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición
Si la cabeza dice una cosa, y tu vida dice otra, la cabeza siempre pierde. (Humphrey Bogart en la película Cayo Largo.)1
El humor de la película dicta un cierto sonido en mi cabeza y eso es lo que intento conectar con el derecho de distancia, mucho antes de que esté escribiendo melodías ni nada de eso. Estoy tratando de encontrar una banda sonora para la película que dice lo que quiero decir musicalmente.
La justicia es unas estatuas feas en las plazas de las ciudades. Ninguna de ellas me gusta ni poco ni mucho -no son diosas ni mujeres. Yo amo la justicia de las mujeres sin túnica y sin divinidad.
Sus palabras sobre el ejercicio de la paciencia, y sobre el estar prontos a servir y ajenos a la ira, son éstas: a quien te golpee en una mejilla, preséntale la otra, y a quien quiera quitarte la túnica o el manto, no se lo impidas. Más quienquiera que se irrite, es reo del fuego.