El Pueblo está económicamente organizado cuando sus asociaciones representan a los trabajadores, productores, industriales, comerciantes y consumidores, en relación con el ejercicio de sus funciones económicas.
Toda persona que apoya de forma directa o indirecta un estado organizado militarmente participa en el pecado. Todos los hombres —jóvenes o de edad— son cómplices del pecado cuando contribuyen al mantenimiento del Estado pagando impuestos