El aborto nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo
Empleé algún tiempo estudiando la manera de hacer buenas medidas de los rayos del uranio, y entonces deseé conocer si había algún otro elemento que tuviera el mismo comportamiento
Prefiere la instrucción a la ignorancia.
En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción