El nacionalismo al que me opongo es el que mutila y descarta parte de la sociedad plural a la que se aplica: el que quiere dividir la realidad nacional en propietarios y advenedizos, el que pretende inventarse un extranjero interior contra el que luchar, el que quiere suprimir y monopolizar, poniendo en peligro la ejemplar convivencia de lo diverso que se da en la vida cotidiana de Cataluña.
Los vendedores de software quieren dividir a los usuarios y conquistarlos, haciendo que cada usuario decida no compartir su software con los demás. Me rehúso a romper la solidaridad con otros usuarios de esta manera.
El software no-libre trae con él un sistema antisocial que prohíbe la cooperación y la comunidad. No puedes ver el código fuente; no puedes decir qué trucos feos, ni que errores tontos, podría contener. Si no te gusta, no puedes cambiarlo. Y lo peor de todo, está prohibido compartirlo con alguien más. Prohibir que se comparta el software es cortar los lazos de la sociedad.
No necesitas una espada para cortar dos flores.
Es imposible separar los ojos de esa larga pista, en donde los caballos de carrera compiten, maravillándonos con sus proezas.
El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir.
La PNL (Programación Neuro-Lingüística) es como la física nuclear de la mente. La física estudia la estructura de la realidad, la naturaleza del mundo. La PNL hace lo mismo con su cerebro. Permite descomponer los fenómenos en las partes constituyentes que determinan su funcionamiento.
Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos, o quien fuere, pero estos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco (atribuyéndoselo a Negrín).
Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía.
En el uso de las hipótesis deben guardarse las precauciones siguientes: no aferrarse a ideas inútiles, subordinar las ideas a los hechos y examinar críticamente las ideas.
Cualquiera que sea la definición de libertad que demos, debemos tener cuidado en observar dos requisitos: primero. que no contradiga los hechos; segundo, que sea coherente consigo misma.
En el pasado nunca se me hubiera podido ocurrir que el mundo fuera a observar cada uno de mis movimientos. De saberlo me hubiera encerrado más en mi coraza.