Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.
Según los criterios establecidos en la conversación de aquella noche, ella no poseía ninguna cualidad en un grado demasiado alto ni demasiado bajo, lo cual le llenaba de asombro y de un anhelo desesperado. El debate no tuvo ninguna conclusión, y acabó por caer en un deshilvanado chismorreo que los jóvenes mantuvieron hasta el amanecer.
... la denigración de los que amamos siempre nos separa de ellos un poco.