Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho
Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho
¿Quién conoce el fin? Lo que ha emergido puede hundirse y lo que se ha hundido puede emerger. Lo satánico aguarda soñando en el fondo del mar, y sobre las ondulantes ciudades humanadas navega el apocalipsis.
Se dejó arrastrar por los impulsos que retuercen al hombre que se siente por primera vez a las puertas de la cárcel, impulsos ciegos que conducen a un desdichado a jugarse la vida en un naipe o en una mujer. Quizá buscando en el naipe y en la hembra una consolación brutal y triste, quizá buscando en todo lo más vil y hundido cierta certidumbre de pureza que lo salvará definitivamente.
¿Cómo es posible contemplar a un ser tan noble destruido por el dolor sin experimentar una profunda pena?
¿Cómo podría la misma gente haber construido tales iglesias y haber destruido tantas de ellas en un arranque de furia ciega?
Con menos que perder en este atardecer camino, quizá cansado pero más feliz que nunca con la calma y la paciencia del que sabe lo que busca
Para saborear todo cuanto ofrece de delicioso un paseo por la orilla del arroyo, es preciso que el derecho de la pereza haya sido vencido con el trabajo y que el espíritu cansado tenga necesidad de adquirir nuevo aliento contemplando la naturaleza.
Cuando en mi devastado país la primavera decida que ya es tiempo de florecer de nuevo, tendrá el abono de la osamenta humana que dispersó en todos lados la danza de la muerte.