El diablo es más diabólico cuando se muestra respetable.
Que hoy su triste cárcel quiebran libres los diablos en fin, y con música y estruendo los condenados celebran, juntos cantando y bebiendo, un diabólico festín.
Un político, que extermina hombres para ascender, es considerado, según su éxito, como un facineroso o como un héroe.