Nunca me comprendía porque me gustaban demasiadas cosas y me confundo y desconcierto corriendo detrás de una estrella fugaz tras otra hasta que me hundo
Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que tú seas el lector de estos ejercicios, y yo su redactor.
Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza.
La desmesura al madurar grana en la espiga del error, y la cosecha que se recoge sólo consiste en lágrimas