Recorrer una parte del camino no significa equivocarse de camino.
No vengo con ánimo de látigo pero si tengo que decidir lo haré y hoy mejor que mañana porque todo problema que no se arregla se pudre y es mejor decidir y equivocarse que no hacer nada.
Resulta que la vida no era solo empujar, ni un juego de dudosos espejismos. No había que perderse dando vueltas en una puerta giratoria, ni desconfiar de todos los reflejos, ni creer cualquier cosa sólo porque la imagen parecía verdadera. Había que encontrar el punto justo donde azar y destino son lo mismo, el exacto momento en que la puerta giratoria te ofrece una salida.
La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada con la paz y puede perderse todo con la guerra.