El gran abucheo es mil veces más fuerte, más poderoso, más noble que la gran apoteosis. Los admiradores corrompen.
Hoy la universidad y los centros docentes no sólo inculcan ideología burguesa, sino que se convierten con frecuencia en focos de impugnación de la sociedad capitalista.
Cuando lo clásico se produjo llevaba las señales de la aventura. Este hecho lo ignoran los clasicistas con su protesta contra los románticos que emprenden el desarrollo de nuevos valores, con frecuencia sin poseer los medios para su creación. Lo que es clásico ahora lo es a causa de la perfección de la aventura y no por su ausencia.
El espíritu de reconstrucción surge del profundo instinto del ser humano como una protesta realista y como símbolo de su voluntad de vivir.
El pasado es siempre una reprimenda hasta la actualidad.