El poder cree que las convulsiones de sus víctimas son de ingratitud
Cualquier tipo de maldad es el trueno; la ingratitud es el rayo. El trueno asusta, pero el rayo mata
No puedo imaginarme a un dios que premia y castiga a los objetos de su creación, cuyos propósitos han sido modelados bajo el suyo propio; un dios que no es más que el reflejo de la debilidad humana. Tampoco creo que el individuo sobreviva a la muerte de su cuerpo: esos no son más que pensamientos de miedo o egoísmo de lo mas ridículo.
Toda gran falta es un acto de egoísmo
La fuente fundamental de todos sus errores, sofismas y razonamientos falsos, es un total desconocimiento de los derechos naturales de la humanidad.
La alegría del primer amor es nuestro desconocimiento de que puede tener fin.