La cosa es que, queriéndolo Él y pensando que se le da gusto, todo lo amargo se vuelve dulce y lo desabrido sabroso
Soy un diablillo intenso y resuelto: terriblemente patoso y tan tenso que no entiendo como la gente puede soportar estar en la misma habitación que yo. Lo que sí sé es que yo no me soportaría