La juventud tiene su lucha, que es derribar a las oligarquías entregadoras, a los conductores que desorientan y a los intereses extraños que nos explotan
Cualquier ciudadano que intenta derribar la ley, suprimir la libertad o someter a otros seres humanos a actos que nada tienen de humanos insulta a sus tradiciones, ignora su educación y traiciona sus obligaciones.
El último de estos demonios de los elementos se llama El Rey de las Nubes; su figura es la de un bello joven y se caracteriza por dos grandes alas negras. Aunque su aspecto es realmente encantador, no abriga mejores intenciones que los demás. Se ocupa continuamente de provocar tormentas, arrancar bosques de cuajo y derrumbar castillos y conventos sobre las cabezas de sus moradores.
Detrás del gobierno visible se halla entronizado un gobierno invisible que no debe lealtad a nadie y no reconoce ninguna responsabilidad hacia el pueblo. destruir este gobierno invisible, denunciar la blasfema alianza entre la corrupción económica y la corrupción política, es la principal tarea del estadista de nuestros días.
Nunca conseguiremos destruir el estado ampliándolo
El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa
En ese mismo momento, cuando en verdad podíamos decir: Vano es el socorro del hombre, quiso Dios, para nuestra grande y dulcísima sorpresa, abatir la furia del mal, y al declinar la malignidad de éste, y aunque aún había un número infinito de enfermos, cada vez fueron muriendo menos.
Son tiranías disfrazadas de democracia lo que hemos tenidos en estas tierras durante mucho tiempo. Hay que echar abajo las bases del Estado Colonial y construir un nuevo Estado Social, una república nueva que sea expresión del poder constituyente.
Para echar abajo a un león basta herirlo con una bala o con un dardo; pero una vez que un reptil se ha enredado a la punta de una roca o al tronco de un árbol, hay que arrancarlo a pedazos. En la política es lo mismo; los ministros orgullosos caen al primer tiro; culebras se pegan mucho
Una sola piedra puede desmoronar un edificio.