Las depuraciones evidentemente nos han perjudicado. Hemos ganado jugando un partido con todo en contra. Le hemos ganado incluso al árbitro. En vez de depurar desde la corte al pueblo, el pueblo debía depurar a la corte. Si yo fuera miembro de esa corte, sería el primero en renunciar.
El rey evite, excuse empresas y guerras no necesarias, que corte los miembros encancerados y que no se pueden curar.
Dejad esa tendencia de esperarlo todo de los gobernantes y grabad en vuestra conciencia la convicción de que este proceder rebaja el nivel moral de los pueblos.
La violencia hiere el cuerpo y la mente. Del que la ejecuta. Del que la sufre. De los que lloran. De toda la humanidad. Nos rebaja a todos.