Eran las cuatro y media de la madrugada. Las estrellas cuchichearon entre sí, detrás de los abanicos, y algo como un enorme chorro de champagne, arrojado por una fuente azul, se dibujó en Oriente. Era el cometa. La luna, esa gran bandeja de plata en donde pone el sol monedas de oro, se escondía, desvelada y pálida, en el Oeste. Los luceros y yo teníamos frío.
Vi en seguida otro monstruo, y otro, y otro. Aparentemente eran cuatro o tal vez seis o siete. Cada uno actuaba lo mismo que los otros, curvándose en el agua, lanzando un chorro y levantando una cola gigantesca partida en dos. Al verlos los nórdicos gritaron a Odín pidiéndole ayuda y no pocos entre ellos cayeron de rodillas sobre cubierta, temblando de terror.
La emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar.
La simple inflación, es decir, la mera emisión de más dinero, con la consecuencia de salarios y precios más elevados, puede aparecer como creación de mayor demanda. Pero en términos de producción real e intercambio de mercancías efectivas no lo es.
La guerra, con su luz de fusilería, nos ha abierto los ojos a todos: la idea de turno o juego político ha sido sustituida para siempre por la idea de exterminio o expulsión
Entonces tiene lugar la expulsión de la bestia triunfante, es decir, de los vicios que predominan y suelen conculcar la parte divina; se purifica el ánimo de errores y se le adorna con virtudes, por amor de la belleza que se ve en la bondad y justicia natural, por deseo del placer que deriva de los frutos de ésta y por odio y temor a la fealdad y displacer contrarios.
Amenazas, extorsiones, ilegalización de fuerzas políticas, sentencias judiciales que de jurídicas tienen poco y de impulso político tienen mucho, dispersión de presos, muerte de sus familiares en accidentes cuando van a visitarlos a las cárceles. Negación del diálogo como fórmula para resolver los problemas... Nuevamente la espiral sin fin.
El proceso de desintegración avanza en riguroso orden desde la periferia al centro, de forma que el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal para el comienzo de la dispersión intrapeninsular
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás
La efusión de toda gracia en nosotros, no pertenece más que a Cristo y esta causalidad santificante resulta de la unión íntima que hay en Cristo entre la divinidad y la humanidad
La religión es al misticismo lo que la divulgación es a la ciencia
En semejante mundo en el que todo se cuenta, el arma más fácilmente accesible y a la vez más mortal es la divulgación
La luz no es un material de propagación instantánea, tiene una velocidad, y es finita.
La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura
Con todas mis ideas y necedades podré fundar muy pronto una sociedad anónima para la difusión de ilusiones hermosas, pero nada fiables.
La difusión de la cultura, del ocio y el bienestar económico han creado una inusitada demanda de arte popular. Como quiera que el número de buenos artistas es siempre muy limitado, tal demanda ha tenido que ser forzosamente satisfecha, en sustitución de aquellos, por los malos artistas.