México tiene un lugar para los extranjeros, tiene un canto extraño. Decir México es decir dulce, dulce México. La palabra México, No Argentina, no Brasil, no. Es México la palabra divina, la palabra mágica, la palabra sabia. Es su sonido y es el color que aparece en el cerebro cuando la decimos; es su aroma. México
Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía, ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones, con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días.
Quien mezcle lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos
Porque deleitarse es algo anímico, y para cada uno es placentero aquello de lo que se dice aficionado.
Me encanta vestirme de jeans y ropa deportiva. Pero cuando subo al escenario, prefiero un look más formal prque mi música es profunda, sensual y seductora.
Y después está el silencia de la inmensidad, unas veces mar en calma y otras tempestad...Soy un náufrago sensual buceando con fervor tus playas de coral.
¡Ah, qué perfumadas son las primeras flores y qué sonido, qué murmullo encantador el primer si que sale de los labios bienarmados!
Pero tú...No debes atarte a mí. Serás siempre, es cierto, y en cualquier mundo en que viva, mi más encantador aroma, la presa más codiciada. Pero no puedes hacer un mundo para mí. En verdad, no es posible que tenga un mundo, pues mi misma naturaleza carece de sentido. El espíritu que mora en mí necesita el mundo de los hombres, y el lobo que también mora en mí necesita la vida salvaje.
Las terminaciones sonoras y las maravillosas cadencias del italiano prestan belleza y armonía aun a las cosas más vulgares, y encierran en un marco noble y voluptuoso los asuntos que ya por sí mismos son bellos.
Pero en cuanto comenzó a desarrollarse su temperamento, voluptuoso y ardiente, se abandonó libremente al impulso de sus pasiones y aprovechó la primera oportunidad para satisfacerlas.