Iré lejos, muy lejos de esta vida humillante de charlatanería y de engaño. Muy lejos de toda esa gente artificial; iré a la isla encantadora, a la vieja Maria Portalettere, a mastro Vincenzo y a Gioconda, a purificarme el alma en la casita blanca, encima del acantilado.
En todo gran amor hay algo humillante y risible.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
La mujer es lo más corruptor y lo más corruptible que hay en el mundo.
El Estado unitario es corruptor de nacimiento, todo Estado unitario, en cualquier tiempo, espacio y forma de gobierno, es siempre personal: el Estado es el jefe del Estado. Y como absorbe la iniciativa de los organismos provinciales y municipales, sustituye con la ley de su voluntad la autonomía de esas sociedades: de aquí la desorganización, y de ésta la corrupción.