El azote, hijo mío, se inventó para castigar afrentando al racional y para avivar la pereza del bruto que carece de razón; pero no para el niño decente y de vergüenza que sabe lo que le importa hacer y lo que nunca debe ejecutar, no amedrentado por el rigor del castigo, sino obligado por la persuasión de la doctrina y el convencimiento de su propio interés.
Lo unico que os pido es que midais a los politicos por lo que hacen, por el ejemplo, y aunque sea de la extrema derecha si es un hombre decente y los otros son unos ladrones votad al de la extrema derecha. Eso me lo manda mi inteligencia de hombre de izquierdas. Votad al honrado, al ladron no lo voteis aunque tenga la hoz y el martillo
La próxima vez que te vea será en la iglesia. Se acabó para siempre el amor recatado que ni a ti ni a mí nos agrada. Adiós. Al amor de banca y al amor de sala. Adiós al pudor inmaculado. Ahora viviremos el amor a tambor batiente con muchas formas de besos y muchas formas dé agarre.
La única aristocracia posible y respetable es la de las personas decentes
Es muy fácil ser respetable cuando no se tiene oportunidad de ser otra cosa
Con constante oración y súplica pediremos al Hacedor de todas las cosas, conserve íntegro el número contado de sus escogidos en todo el mundo, por su amado Hijo y Siervo, Jesucristo Para conocerte a Ti, el solo Altísimo en las alturas Tú sólo eres el bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne.
Recordemos entre los socialistas utópicos a Spencer (1730-1814), fundador del socialismo agrario, y a William Thompson, que consideró al trabajo fuente única del valor y por tanto, si el obrero crea el valor con su propio trabajo, a él debe corresponderle el producto íntegro de éste.
El materialismo no es en lo fundamental, una concepción científica de la historia como piensa el señor Mijailovski, sino la única concepción científica de ella.
Para el cristiano el comienzo del día no debe estar sobrecargado ni obstaculizado por los quehaceres múltiples que le esperan. Cada día que comienza está sometido al señor que lo creó.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente Constitución
Se cortés con todos, pero con pocos íntimo y cuida a quién le das tu confianza