Oyes peleas, hueles la cena, escuchas el amor. Escuchas la radio.... Escuchas a la gente rezando, peleando, roncando.... traté de poner todo eso en la flecha Aérea de Harlem.
Como una flecha vuela el corcel de mis ensueños. Lúgubre, un cuervo grazna por detrás. ¡Adelante, mi corcel, no pienses nada! ¡Adelante! ¡Dispersa al viento todas tus ideas!