¿Qué murmuras entre dientes? Preguntó el Hada con acento de disgusto. Decía...-balbuceó el muñeco a media voz- que ahora ya me parece algo tarde para ir a la escuela. No, señor. Para instruirse y aprender, nunca es tarde.
El que empieza a instruirse en la filosofía de todo se echa la culpa a sí mismo.
Hace ya más de un siglo que dejo de educarse a los niños para convertirse en adultos. Todo lo contrario, los adultos de nuestra época están educados – estamos educados – para seguir siendo niños.
Hay que sanearse y educarse a sí mismo, para quedar libre de dos plagas igualmente abominables: la costumbre de obedecer y el deseo de mandar. Con almas de esclavos o de mandones, no se va sino a la esclavitud o a la tiranía.
Creer en la inmortalidad del alma, es decir, estar persuadidos de la existencia de algo de lo cual es imposible formarse alguna noción real, es creer en palabras sin poderlas relacionar con algún sentido; afirmar que una cosa es tal y como la decimos es el colmo de la locura y de la vanidad.
Pues el hombre no es una máquina, y se atrofia cuando no se le da la oportunidad de formarse con independencia y se le niega la libertad de juzgar por sí mismo.
Es preciso hacer la inversión personal en el presente, para así prepararse para el futuro. Inversión personal en educación, inversión personal en disciplina, inversión personal en descubrimiento, inversión personal en ser buen padre de familia
Cuando uno se quiere casar tiene que prepararse para una boda, y se tienen que preparar dos. (Dicho en una rueda de prensa en Varsovia (Polonia) el 28 de Agosto de 2000).