Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio.
Tienes razón -dijo el monstruo-, aun cuando yo no pueda juzgar mi fealdad, pues no soy más que una bestia. -No se es una bestia -respondió la Bella- cuando uno admite que es incapaz de juzgar sobre algo.
La riqueza invertida es capital, una magnitud pecuniaria medida en términos de valor y determinada con respecto a su magnitud que proviene de estimar la ganancia esperada de la propiedad de esta riqueza invertida.
Debes estimar como cosa torpísima el anteponer la vida al honor, y por salvar la vida perder la razón de vivir
No comprenden que la fuerza misma de la relación reside en que en ella se cuenta con otro punto de vista. Igualdad no es identidad, la uniformidad no es la unidad. La unidad o la identidad suponen complementariedad, no igualdad. La igualdad no es creativa...Y es aburrida. La esencia de la sinergia consiste en valorar las diferencias.
En el juego se obtienen experiencias sociales, los niños aprenden a valorar el alcance de su manera de actuar.
evaluar y prepararse a celebrar lo que se puede conseguir antes de hacerlo es un ejercicio estéril, antipático e innecesario que nunca presagia cosas buenas. Lo ideal es estar llenos de expectativas e ilusión, pero no evaluar lo que haría si, sino hacerlo después.
Como todo el mundo, sólo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana: el estudio de mi mismo, que es el más difícil y peligroso, pero también el más fecundo de los métodos; la observación de los hombres; y los libros
Si supiéramos lo mucho que Jesucristo ama a los niños y jóvenes y el ansia con que desea su alegría y su búsqueda del amor que él les tiene, en lugar de considerar penosa la enseñanza y de quejamos de lo que nos cuesta, estaríamos dispuestos a sacrificar la vida en este esfuerzo.
Hay una tendencia a considerar cualquier comportamiento humano que sea inusual, no bien conocido, o no bien entendido, como neurótico, psicópata, inmaduro, perverso, o la expresión de algún otro tipo de trastorno psicológico
Uno de los primeros pasos del proceso de resolver un problema es examinar los factores relevantes y colocar las cosas en perspectiva. Esto requiere la capacidad de ver las varias partes del problema de la forma para el cual ellas realmente se relacionan entre sí, de percibir su verdadera importancia relativa.
No es menos importante enseñarles a los niños a examinar todas las personificaciones, todas las metáforas, todas las abstracciones que encontrasen en los artículos que leyesen o en los discursos que escuchasen. Deben aprender a traducir todas esas palabras desprovistas de contenido en términos que se refieran a la realidad concreta contemporánea.
Por tanto, corresponde al Estado, es decir, sólo al soberano, aprobar o desaprobar los lugares y los materiales del comercio exterior.
Todo socialista honesto debe desaprobar la aventura libia. Sólo significa derramamiento de sangre inútil y estúpido
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Su voz, semejante al principio al chasquido de los arbustos, tardó en volverse real mediante metamorfosis que mi tronco parecía acompañar, alargándose y reduciéndose con un murmurar de vértebras.
Emplear el sarcasmo con según que gente es como atacar un castillo con merengues.
Esto dirá aquél a quien ha sido dada la sabiduría, a quien su alma libre de vicios ordena reprender a los demás, no porque los odie, sino para curarlos: Vuestra opinión me afecta, no por mí sino por vosotros: odiar y atacar la virtud es renunciar a la esperanza de enmienda. No me hacéis ninguna injuria, como no la hace a los dioses los que derriban sus altares
Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvemos el de confesar
Las cosas literarias pertenecen al mundo intelectual; hablar de éstas con pasión va en contra de la conveniencia, de las proporciones, de la buena disposición y de la sensatez.
El diseño y la arquitectura se hallan en una profunda crisis. Corren el peligro de hacerse cómplices de las modas. Ya no se derivan del argumento y el razonamiento fundado, como la ciencia y la técnica, sino de la veleidad, del azar estético de que en cada momento se dé en reverenciar un arte y fustigar otro.
Querría flagelar con todas mis fuerzas a los que se ríen de la castidad como de una tontería, a los que se burlan de la virtud como de una debilidad y creen que un libertino tiene más carácter que un monje.