... toda la certeza de los profetas estriba en estas tres cosas; 1a en una imaginación viva y precisa; 2a en un signo, 3a y, final y principalmente, en un ánimo inclinado a lo justo y a lo bueno.
No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera de foco.
La originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares.
La originalidad consiste en el retorno al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones.
En la teoría clásica de la relatividad general el principio del universo tiene que ser una singularidad de densidad y curvatura del espacio-tiempo infinitas. En esas circunstancias dejarían de regir todas las leyes conocidas de la física.
La individualidad civil no es otra cosa sino esa aventura en la que el ser afirma de forma plena su singularidad sin olvidar para nada sus subordinaciones para con el mundo.
La originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares.
Ciertas creencias que no percibimos no por ello son asimilables a un puro vacío, como no lo es el aire que nos envuelve; componen a nuestro alrededor una atmósfera variable, a veces excelente, a menudo irrespirable, y merecerían ser anotadas con tanto cuidado como la temperatura, la presión barométrica o la estación, pues nuestros días tienen su originalidad física y moral.
Una singularidad que distingue al tipo científico de adquisición de conocimiento del precientífico consiste en la mayor vinculación a las cosas y a la realidad del primero; consiste en que el primero ofrece a los hombres la posibilidad de distinguir a cada paso mejor que antes entre representaciones fantasiosas y representaciones ajustadas a la realidad
Cuando uno empieza a hacer referencia, de manera personal, a hechos que son de todos, que son colectivos, adquiere una singularidad a lo que va a pasar que yo no quiero atribuirme. Soy una parte más de los que participamos mañana y, lo que sientan los otros, es lo que voy a sentir yo.