Si no hubieras sufrido como has sufrido, no tendrías profundidad como ser humano, ni humildad, ni compasión. No estarías leyendo esto. El sufrimiento abre el caparazón del ego, pero llega un momento en que ya ha cumplido su propósito. El sufrimiento es necesario hasta que te das cuenta de que es innecesario.
Bajo su caparazón de cobardía, el hombre aspira a la bondad y quiere ser amado. Si toma el camino del vicio, es que ha creído tomar un atajo que le conduciría al amor.
Si a la bella se suma la discreta, y nuestra vista bebe su dulzura colmando el corazón de ansia secreta, del amor al asedio que perdura pidiendo estadio la beldad nos reta como bravo adalid en su armadura
Si se formara el caos mas completo, este tipo se subiría a una colina bajo una tormenta de truenos, con una armadura de cobre empapada gritando <<¡Todos los dioses son unos bastardos!>>