El sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre. Y solamente aquel que conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se estaba haciendo aquí.
El retrasarse, la pereza, los caprichos, la histeria, el mal genio, ignorar el papel, la necesidad de hacerse repetir dos veces la misma cosa, son males igualmente dañinos para la obra, y deben ser extirpados
Es bueno copiar lo que se ve, pero es mucho mejor pintar lo que queda en nuestra memoria después de ver algo. Se trata de una transformación en donde la imaginación y la memoria trabajan juntas. Sólo se puede reproducir algo que nos golpeó, es decir, sólo lo esencial.
Escribir es tratar de entender, es tratar de reproducir lo irreproducible.
Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.
El jugador de ajedrez debe trasladar sus capacidades intelectuales a otras artes como las letras y la filosofía, ya que realiza muchas más combinaciones que casi todos los autores literarios
Debemos duplicar los esfuerzos para generar conciencia de que la familia es fundamental para el crecimiento del país
Las horribles crueldades y ultrajes que de vez en cuando consiguen publicar en la prensa ¿Cómo se producen? En muchos casos, es por un endurecimiento paulatino de ambas partes, donde el amo se hace cada vez más cruel y el sirviente cada vez más insensible. Los azotes y el maltrato son como el láudano: hay que duplicar la dosis cuando se pierde sensibilidad.
Hoy el mundo se ha transformado en una inmensa carpa de cristal sin salida alguna y nuestra condena consiste en no poder abandonar nunca el tendido y estar obligados a consumir, repetir, comentar y reproducir inexorablemente las imágenes idiotas, violentas y anodinas, que nos sirve la historia a través de un laberinto de espejos.
Si soy un ecléctico es porque me gusta el cine. Yo voy mucho al cine y a veces me gusta de alguna manera reproducir el placer que experimento ante unas imágenes. Mi deseo de hacer cine viene de ahí y de ningún otro sitio. En primer lugar hay que haber visto y amado unas películas para sentir el deseo de hacer cine.
Una regla elemental pero importante es la de anotar cuidadosamente todos los detalles del trabajo experimental. Esta costumbre, además de proveer una constancia de lo que se hace y observa, ayuda a desarrollar el hábito de la observación cuidadosa.
Muchas veces la mejor manera de ganar es olvidarse de anotar los tantos.
El magnicidio debe ser intentado a toda costa. Incluso si no debiese triunfar, un intento de tomar el poder en Berlín debe llevarse a cabo. Lo que importa ahora no es el objetivo del golpe, sino probar al mundo y registrar en la historia que los hombres de la resistencia se atrevieron a dar el paso. Comparado con este objetivo, nada es más importante
La escritura permitió registrar los acuerdos, las órdenes y las leyes. Permitió que los estados alcanzaran mayores dimensiones que las ciudades. Hizo posible cobrar conciencia de la continuidad histórica. Con ella, los mandamientos del sacerdote o del rey y la impronta de su sello podían llegar más lejos que sus ojos, y su voz, sobrevivir a su muerte (1922).
Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.
¿No se sintió nunca como uno de esos peones de ajedrez pasados, que se olvidan en un rincón del tablero y oyen apagarse a su espalda el rumor de la batalla mientras intentan mantenerse erguidos, preguntándose si queda en pie un rey al que seguir sirviendo?
Yo he puesto mucho de mí en las novelas, entonces creo que puedo seguir haciéndolo en novelas. Uno va poniendo cachitos de lo que uno vive. De lo que uno experimenta.
Era un poco como robar. Era exactamente como robar. Era de hecho, robar. Pero no había ninguna ley que lo prohibiera porque nadie sabía que el crimen existía, ¿y acaso se podía llamar robo cuando nadie echaba de menos lo robado? ¿Y acaso era robar si se robaba a unos ladrones? En cualquier caso, toda propiedad es un robo, salvo la mía
Los atléticos no nos vamos a dejar robar este partido. ¡¡Muerte al invasor!! ¡¡Basta ya de que nos roben!!
La acción más pura y esencial logra retratar los valores de la vida y las cuestiones eternas de la humanidad con una profundidad mucho mayor que un esfuerzo humilde y constante.
Cada una de mis fotografías está filtrada por la EMOCIÓN, de la relación que se crea entre el lugar a retratar y mi mismo. Cuando veo algo que me atrae, empiezo a darle vuelta para encontrar mi encuadre. Es un trabajo sobre mí y sobre la ciudad al mismo tiempo.
Me he dedicado escrupulosamente, como si se tratase de la traducción de un texto sagrado, a transcribir para piano no solo la base musical de la sinfonía, sino también sus efectos en los detalles y la multiplicidad de combinaciones armónicas y rítmicas.
En otras palabras, una de las principales líneas de fuerza de las antiguas formas de consumo conspicuo consistía en frustrar cualquier intento del populacho por emular a las clases superiores.
El esfuerzo de utilizar las máquinas para emular el pensamiento humano siempre me ha parecido bastante estúpido. Preferiría usarlas para emular algo mejor
Una de las primeras cosas que se han de hacer para empezar a trabajar con una tesis es escribir el título, la introducción y el índice final; esto es, precisamente las cosas que todos los autores hacen al final.
Te voy a escribir la canción más bonita del mundo, voy a capturar nuestra historia tan sólo un segundo