El político debería ser el organizador de la vida de los ciudadanos.
El alma es la causa eficiente y el principio organizador del cuerpo viviente.
Diálogo entre Luis D'Elía y el actor y conductor radial Fernando Peña
Los conductores son solamente hombres, con todas las miserias, aun cuando con todas las virtudes de los demás hombres. Cuando un conductor cree que ha llegado a ser un enviado de Dios, comienza a perderse. Abusa de su autoridad y de su poder; no respeta a los hombres y desprecia al pueblo. Allí comienza a firmar su sentencia de muerte.
Durante el tiempo en que presidí el gobierno de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, con la suma del poder por la ley, goberné según mi conciencia. Soy pues, el único responsable de todos mis actos, de mis hechos buenos como los malos, de mis errores y de mis actos.
La plegaria, dirigida por los hombres a los dioses y enviada por los dioses a los hombres, sostenía a unos y a otros: y aún el mismo dios del brahmán, el Señor de la Plegaria, necesitaba de ella, aunque fuera el encargado de concederla.
Su Excelencia José V. Stalin, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Unión de las Repúblicas Soviéticas: Los 162 días de lucha épica para la ciudad que lleva para siempre vuestro nombre, y el resultado decisivo que todos los americanos celebran hoy, quedarán como uno de los capítulos más gloriosos de esa guerra de los pueblos unidos contra el nazismo. (5 de febrero de 1943).
El Presidente de la República no es sólo jefe del Poder Ejecutivo, es jefe de todo el Estado ecuatoriano, y el Estado ecuatoriano es Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Poder Electoral, Poder de Transparencia y Control Social, Superintendencias, Procuraduría, Contraloría, todo eso es el Estado ecuatoriano
Pensemos en la grandeza de los antiguos, sobre todo de la escuela socrática, y en cómo ésta pone ante nuestros ojos la fuente y el hilo conductor de toda vida y toda actividad, y estimula no a una especulación vacía, sino a vivir y actuar.
Para mí, la música es como el amor, besas a alguien para dar y recibir una energía, una conexión. Es el hilo conductor de todo y yo estoy tratando de conectar con esa gente que vibre en mi mismo canal.
En un comercial, si tú sabes dejar al actor a su aire, aunque no sea un actor de verdad, se consiguen excelentes resultados. Dos segundos de una buena expresión bastan. En una película es difícil engañar. Pero en ambos casos encuentro que un gran secreto de la actuación es elegir el casting. Un buen productor de casting vale oro.
Si eres un célebre productor de televisión, harías un show en Internet
Ben Hur no fue un héroe, sino una víctima, que sobrevivió y, además, un buen conductor de carros.
Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.
La plegaria, dirigida por los hombres a los dioses y enviada por los dioses a los hombres, sostenía a unos y a otros: y aún el mismo dios del brahmán, el Señor de la Plegaria, necesitaba de ella, aunque fuera el encargado de concederla.
¿Qué es un católico? ¡Un hombre a quien Dios ha encargado el mundo!
Un director debería reflejar en sus películas sus sentimientos y estados de ánimo y lograr que despertar los sentimientos y estados de ánimo del espectador.
Nuestro director Mike Newell. El trajo a todos los actores juntos y nos pregunto que improvisaramos escenas amorosas. Estaba aterrada. Estaba tan humillada, pero despues vi que todos los demas hicieron los ridiculos de si mismos. Ahora no tengo miedo de hacer la ridicula de mi misma.
Si de algo me jacto, es de haber practicado todas las disciplinas del hermosísimo oficio de periodista. Yo he sido corrector de pruebas, traductor de cables, emplanador editorialista, columnista, reportero, asistente de reportero gráfico, jefe de redacción, director a ratos. Yo he hecho todas las disciplinas del periodismo. Las he ejercido y con igual alegría en cualquiera de sus sectores.
El jefe es un vicio absurdo pero imprescindible en mercado político movilizado por imaginarios erotizados