Considere mi promesa como mi firma y responderé a mi gobierno que lo había prometido y que una vez empeñada mi palabra, deseo sostenerla.
Vendría a ser, sin duda, el pueblo catalán un personaje peregrinando por las rutas de la historia en busca de un Canaán que él solo se ha prometido a sí mismo y que nunca ha de encontrar.
Considere mi promesa como mi firma y responderé a mi gobierno que lo había prometido y que una vez empeñada mi palabra, deseo sostenerla.
En una losa, en el interior de un nicho, descubrió un ataúd viejo, pero vacío, en cuya deslustrada placa reza esta simple palabra: Jervas. En ese ataúd y en esa cripta me ha prometido que seré sepultado.